Durante un
espectáculo aéreo en Moscú, el dirigente de la Unión Soviética y líder
del Partido Comunista, Nikita Jrushchov, vio en el aire a los
bombarderos supersónicos Tu-22 y preguntó al diseñador aeronáutico que
se encontraba a su lado: “Andréi Nikoláievich Tupolev, ¿podrías
transportar personas en vez de bombas?”.
No es extraño que la carrera por conquistar
los cielos con aviones supersónicos se diera entre Europa, Estados
Unidos y la URSS. El nacimiento del Tu-144 es claro ejemplo de lo que
ocurría en la Guerra Fría, cuando la URSS y Occidente luchaban con todos
sus recursos por la supremacía tecnológica, sin importar el dinero, ni
el riesgo.
De Europa
conocemos la historia del Concorde, creado por la alianza entre Francia y
el Reino Unido; de Estados Unidos, bueno, el intento se hizo con el
Boeing 2707, digo intento pues éste no llego a despegar y el proyecto se
canceló en 1971 antes de que se completaran los prototipos.
Su
fabricación fue responsabilidad de la Túpolev OKB ( Opytno
Konstruktórskoye Biuró, Oficina de Construcción y diseño Túpolev), era
una carrera contra el tiempo y, bajo presión y nerviosismo -puedo
asegurarles que no era nada conveniente quedar mal con los líderes de la
Unión Soviética- los mejores ingenieros soviéticos llegaban a la fecha
límite puesta por el Partido Comunista (1 de enero de 1969)
preguntándose, ¿volará o no?
El 31 de
diciembre de 1968, todo supuestamente listo y con mal tiempo
meteorológico pero la esperanza de ver al nuevo prodigio de la
ingeniería elevarse, los responsables del proyecto dan luz verde. “No te
olvides de cantar una canción por el camino”, le dijo Túpolev al piloto
de pruebas.
Durante la
mañana y sin poder retrasarlo más, el Tu-144 prototipo enciende sus
motores y recorre la pista de la base aérea de Zhukovski, Moscú,
logrando así el primer vuelo. Del otro lado, en el occidente, el
Concorde -su único competidor- tendría que esperar un año más para
emprender vuelo.
De esa
mañana de diciembre siguieron varias pruebas más, el primer Tu-144 de
producción en serie voló en abril de 1973, de ahí, ya adaptado para su
venta siguió con vuelos de calibración entre Moscú, la ciudad
centroasiática Almá Atá -RSS de Kasajistán- y Jabárovsk hasta el 26 de
diciembre 1975.
Por fin
llega el 1 de noviembre de 1977 y el Ministro de Aviación, Borís
Bugáiev, fue al aeropuerto de Domodédovo a presenciar cómo el ave
soviética a cargo de la compañía soviética bandera, Aeroflot, realizaba
su primer vuelo con 140 pasajeros y 3 tripulantes a bordo; el vuelo con
duración de dos horas, aterriza en el Kasajistán soviético a 3,200km y
es recibido por miembros del Partido y periodistas celebrando el éxito.
Los
pasajeros desconocían el riesgo al que se sometían volando en esta
aeronave. Tomemos en cuenta que para esos años -incluso hoy en día-
pensar que un avión comercial era capaz de llegar a Mach 1, incluso a
Mach 2, representaba un riesgo y un paso gigante en la historia de la
industria aeronáutica; el Túpolev fue pionero en llegar a duplicar la
velocidad del sonido en el área civil a costo arriesgado, “los pilotos
solían decir que pilotar un Tu-144 era como besar a un tigre”, recuerda
Vladímir Potiomkin del Ministerio de Aviación Civil de la URSS. Sin
embargo no se niega que fue un logro para los ahora rusos en el
medallero de la tecnología aeroespacial y como bien es sabido, en aras
de la ciencia la ética se ablanda.
Cuando
menciono el riesgo principalmente es por la cuestión de la autonomía,
pues resultó que era 1.5 veces menor de lo que esperaban. Si el
aeropuerto de Alma-Atá llega a rechazar por alguna razón el aterrizaje y
la única pista de Tashkent se hubiera cerrado por alguna causa,
entonces los pilotos se habrían quedado solos con un avión que estaba
perdiendo combustible y no tenía donde aterrizar.
Un año
después, en 1978, los ingenieros soviéticos hicieron una nueva prueba
para probar nuevos motores y prolongar la autonomía de la aeronave. La
prueba salió mal y el avión se estrelló provocando la muerte de dos
ingenieros de vuelo y tres pilotos. Los líderes soviéticos, que veían lo
costoso que era el proyecto, utilizaron este accidente como pretexto
para cesar los vuelos comerciales semanales de este avión supersónico.
El final
de la Guerra Fría acabó con los proyectos excesivamente caros y que no
traían beneficios económicos. El Tu-144, orgullo de la URSS, y el
Concord, muestra de la alianza franco-británica, se retiraron. Ahora son
piezas de museo y monumentos, testimonio de una época en el que los
anhelos políticos impulsaban la tecnología más allá de su desarrollo
natural.
Especificaciones y Características
Alas en
forma delta y en la parte delantera, casi a la altura de la cabina,
cuenta con dos alerones “canard” de geometría variable retráctiles, esto
con el fin de una mejor maniobrabilidad a bajas velocidades.
Turbinas y empuje generado:
Tu-144 (Prototipo de 1968, 1 ejemplar):
- 4 turbofan Kuznetsov NK-144, de 20.000 kg de empuje cada una
- Tu-144S (de 1971 hasta 1977, 10 ejemplares):
- 4 Kuznetsov NK-144, de 20.000 kg de potencia cada una
- Tu-144D (de 1978 hasta 1984, 6 ejemplares):
- 4 Koliesov RD-36-51A, de 20.000 kg de potencia cada una
- Velocidad máxima de vuelo: 2.500 km/h (Mach 2,35)
- Techo operacional: 18.000 m
- Alcance máximo: 6.500 km
- Peso del avión vacío: 85 t
- Peso máximo de despegue: 180 t
- Envergadura: 28,80 m
- Longitud: 65,70 m
- Superficie alar: 507 m²
- https://www.transponder1200.com/la-historia-del-sovietico-tupolev-tu-144-y-la-carrera-supersonica/
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